Heraldo de Aragón Domingo 10 de noviembre de 2002
      
APUNTES

Cuando Shangay aterrizó en Madrid...

ž1994: aterriza Shangay Lily en Madrid. Llegaba desde Nueva York, donde ya era muy conocida como artista. Creó la primera fiesta gay, el "Shangay tea dance", realizó diferentes espectáculos y apareció en televisión junto a Pepe Navarro e Isabel Gemio.

ž1995: se interpreta a sí misma en la película "Boca a boca"

 

ž1996: consigue un espacio en el programa "La noche prohibida", de A3.

ž1997: logra su segundo programa, "En Exclusiva", en el Canal 9 Valencia.

ž1998: participa en "Corazon de..."

ž1999: publica su primer libro, "Hombres y otros animales de compañía".

ž2000: presenta su primera novela "Escuela de glamour"

 

 

Entrevista | Shangay Lily, conocida como la primera "drag queen" de España, llegó a Zaragoza para descubrir su faceta de escritora y presentar su segunda novela, "Machistófeles", con la que avanza en su "La trilogía de la huida". Por Elena Gracia

Shangay Lily

"la comunidad gay aboga por la burguesía"

Shangay Lily, sobre un piano del hotel en el que se hospedó en Zaragoza, se escandaliza con su libro "Machistófeles". E.C


A Shangay la conocemos a través de la televisión, la radio y de sus novelas, como esta última, "Machistófeles". ¿La comunicación es una adiccción?

Me interesa cualquier vertiente creativa. La gente me conoce más por televisión, por "Corazón", "La noche prohibida" y demás, pero lo que siempre he buscado son los sitios donde se pueda dar un discurso más general, donde no se tome la parte por el todo y que permita un desarrollo más interesante, porque mis discursos suelen ser más sofisticados y complicados que una simple imagen. En televisión me estaba encasillando demasiado sólo en la imagen, y eso no me interesa. Llevo tiempo escribiendo porque me apasiona la literatura y quizá sea donde más desarrolle mi ámbito creativo. es algo más íntimo. Soy gran lector y me parece algo mágico, porque abre la mente.

Si la sociedad leyera más, ¿sería más tolerante?

Leyendo se paliarían muchos problemas. En España, y en el resto del mundo, no se lee casi nada. Por si fuera poco, vivimos un fenómeno editorial de libros ligeros de famoseo y de autoayuda, y la narrativa, la puerta a la imaginación, la libertad y la cultura, se está cerrando.

En sus obras quiere acabar con los prejuicios contra los homosexuales. En "Machistófeles" retoma esa lucha, ¿queda mucho por hacer?

El trabajo no está ni empezado. En "Machistófeles" desarrollo, dentro de la ‘deconstrucción’ que hago del universo de la diferencia, el gran problema de hoy, que es que los mecanismos de represión del poder y la discriminación se han vuelto cada vez más sofisticados.

¿Cómo consigue entender a las mujeres?

Porque no soy femenina, soy feminista. Ser femenina se entiende como ser dulce, sumisa, eternamente joven. Pero ser feminista es tener la mente abierta. Es lógico que sea feminista porque soy, como cualquiera, hijo de una madre. Esto lo reflejo en mi novela, que es un homenaje y un grito de reprobación a la sociedad por cómo se ha tratado durante milenios a las madres, a las que se ha obligado a sacrificar su desarrollo como personas.

¿A quién dirige sus novelas?

A todo el mundo. No me interesan los guetos ni físicos ni mentales, aunque mi mejor público son las mujeres inteligentes. De hecho, las grandes lectoras de este país son mujeres.

Este libro forma parte de "La trilogía de la huida". ¿Por qué se plantea una trilogía?

Para tratar los géneros. En la primera novela, "Escuela de glamour", el protagonista era un hombre homosexual; en "Machsitófeles" es una mujer homosexual, y en la tercera, "aStoRYa", será un transexual. Quiero tratar lo absurdo, porque si lees los libros te das cuenta de que los humanos tenemos mucho más en común que de diferencia.

Vive temporadas en Nueva York, ¿cuál es la actitud de esa sociedad hacia las "drag queens"?

Allí, el movimiento "drag" tiene mucha historia. Allí me considero "drag", aquí ya no lo soy. Pero el aliciente de Nueva York es que sea multicultural y pagana, como yo lo soy. Tampoco hay nacionalidades, y yo no las acepto. Siempre digo que soy de "Uterolandia", del vientre de mi madre. He vivido en casi todas partes, hablo cuatro idiomas y no me encasillo.

¿Pesa la responsabilidad de ser el precursor del barrio de Chueca?

Muchísimo, sobre todo ahora que me separo de ese movimiento y que ellos mismos me rechazan. La comunidad gay en España se ha convertido en algo que detesto, en algo de derechas, que aboga por la burguesía y por un esquema heterosexista. Intentan reproducir lo que se suponía que deberíamos haber roto hace tiempo, el papel masculino, el femenino. Lo paso mal, pero tengo fuerzas para rebelarme a todo.

¿Qué le ha animado a no maquillarse hoy?

Cambiar prejuicios. Hoy no me he maquillado ni vestido porque mucha gente cree que sólo soy Shangay Lily si me visto, y no es así, soy Shangay las 24 horas del día. Por eso quiero desconcertar y que la gente se plantee que para conocer a alguien hay que pasar algo más que un rato con ella.